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A quien no llegó a ser

  • letrasdistimicas
  • 21 oct
  • 1 Min. de lectura

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Te hacíamos imposible y sin previo aviso llegaste.

El deseo de tenerte se imprimió en nuestra carne.

Te esperamos en los días, te esperamos en ocasos

Mientras que ilusionadas nuestras miradas se enfocaron

En el anhelado futuro al que ahí a tu lado 

Nos dirigían seguros nuestros soñadores pasos,

Por montañas nevadas y atardeceres de verano,

Por campos de girasoles y lagunas congeladas,

Sobre océanos infinitos y senderos desiguales

El oleaje cristalino reflejando la alborada,

El crepitar bajo los pies de las hojas otoñales,

Y en cualquier momento tu inocente risa iluminada

Calmaría adentro mío las tormentas abismales.

Recuerdos que imaginamos ya que nunca sucedieron.

Sin arribar partiste y nuestros latidos ardieron

Por el calor de aquellas manos que nunca sujetamos

Y el brillo de aquellos ojos que nunca nos miraron. 

Es tuyo este poema y nuestro es el dolor

De los pálpitos extintos de tu pequeño corazón.


(2024)


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